Más de 70,000 ciudadanos en todo el Reino Unido y Gales se someten a una cirugía de reemplazo de rodilla cada año.
A medida que las personas mayores envejecen, sus cuerpos se vuelven cada vez más vulnerables a afecciones que disminuyen la movilidad y causan dolor crónico. Una de las enfermedades más comúnmente experimentadas que afecta las articulaciones y los músculos de los adultos mayores es la osteoartritis, que afecta a aproximadamente 8,75 millones de personas, según Arthritis Research UK. Como resultado de la osteoartritis y otras formas de artritis, muchos ancianos recurren a los reemplazos de rodilla para aliviar el dolor y recuperar la movilidad.
¿qué tan comunes son los reemplazos de rodilla?
El NHS explicó que más de 70,000 ciudadanos en todo el Reino Unido y Gales se someten a cirugía de reemplazo de rodilla cada año y que la mayoría de estos pacientes son mayores de 65 años. A medida que el envejecimiento de la población siga creciendo, también se espera que este número aumente en el transcurso de los próximos años.
» Más de 70,000 ciudadanos en todo el Reino Unido y Gales se someten a cirugía de reemplazo de rodilla anualmente.»El reemplazo total de rodilla se realiza en adultos que necesitan un reemplazo de ambos lados de la rodilla. Requiere un procedimiento y un proceso de recuperación más extensos en comparación con la cirugía de reemplazo parcial de rodilla. Las personas mayores a menudo consultan con sus médicos para ver si la cirugía es una opción viable cuando sienten que las articulaciones de sus rodillas están hinchadas y rígidas hasta el punto de experimentar un dolor intenso e incontrolable. A menudo tienen problemas para dormir y caminar con facilidad.
La cirugía de reemplazo de rodilla parcial y total requiere preparación previa para garantizar que los pacientes y sus cuidadores estén listos para el proceso de recuperación. El NHS señaló que estar listo para la recuperación es importante para prevenir cualquier complicación que pueda ocurrir, como rigidez en la rodilla e infección en la herida quirúrgica.
¿Qué pueden hacer los pacientes para garantizar una recuperación sin problemas?
Se ayudará a la mayoría de los pacientes a ponerse de pie entre 12 y 24 horas después de la cirugía. Los médicos suelen recomendar el uso de monturas o muletas durante los primeros días después del procedimiento. Después de unas seis semanas, los pacientes generalmente tienen el equilibrio y la fuerza para caminar de forma independiente o con un bastón. Los adultos deben tomar nota de estos consejos para asegurarse de que todos los aspectos del proceso de recuperación sean lo menos dolorosos posible.
1. Busque el apoyo de un fisioterapeuta
Dentro del primer par de días después de los procedimientos, las personas mayores deben considerar participar en sesiones de fisioterapia. Los pacientes que viven en nuestras comunidades de atención residencial pueden tener acceso a programas con fisioterapeutas profesionales que los ayudan a recuperar la movilidad de una manera saludable y segura. Las personas que viven de forma independiente también pueden buscar unirse a un hogar de cuidado que ofrezca servicios de cuidado de relevo para obtener ayuda temporal con la recuperación.
2. Be patient
Arthritis Research UK señaló que los pacientes pueden esperar sentirse muy cansados al regresar a casa: después de una cirugía mayor, es probable que los músculos y tejidos que rodean la articulación afectada se sientan doloridos y requieran energía adicional para moverse. Es importante que los ancianos sean pacientes y no se apresuren en el proceso de curación. Por lo general, se tarda más de un mes en que tareas como conducir vuelvan a ser seguras.
Los pacientes deben usar un andador hasta que el terapeuta y el médico confirmen que está bien caminar de forma independiente.Los pacientes deben usar una montura hasta que el terapeuta y el médico confirmen que está bien caminar de forma independiente.
3. Realizar ejercicios ligeros
Los médicos pueden sugerir algunos ejercicios ligeros y estiramientos para que los pacientes los realicen por su cuenta después de su alta del hospital. Los adultos también pueden pedir a sus terapeutas ejercicios para hacer en casa. Por lo general, estiran y fortalecen las articulaciones que rodean la rodilla a medida que se cura. Antes de que los pacientes comiencen a realizar estos ejercicios fáciles, deben consultar con sus médicos para asegurarse de que no les irriten las rodillas.
4. Tomar en serio los seguimientos
Asistir a los chequeos médicos regulares es una parte vital para garantizar que la rodilla esté sanando correctamente. Por ejemplo, si las personas de la tercera edad realizan ejercicios por su cuenta, sus médicos pueden hacerles saber cuán efectivos son. Del mismo modo, los médicos pueden sugerir un nuevo medicamento si las articulaciones y los músculos no se curan adecuadamente o tan rápido como deberían.
Familiarizarse con los signos de advertencia de infección, como las áreas rojas, calientes o inflamadas, dará a los pacientes la oportunidad de señalar cualquier preocupación que puedan tener durante el seguimiento.