Me mudé a mi primera casita hace dieciocho años. He estado haciendo pequeñas viviendas hermosas y funcionales para que otras personas vivan desde entonces. En 1999 publiqué mi primer artículo sobre los méritos de la vida sencilla y comencé a hablar en contra de la prohibición legislada de las casas pequeñas en los Estados Unidos. Creo que a la gente se le debe permitir vivir tan simplemente como quieran. Desde la reciente quiebra de la vivienda, los rescates bancarios y la subsiguiente recesión económica, ha habido una creciente demanda de casas bien diseñadas y asequibles y leyes más sensatas.
He pasado los últimos dieciocho años refinando mis diseños para producir algunas de las casas pequeñas más funcionales disponibles. Para funcionar bien, una estructura de este tipo tiene que satisfacer las necesidades específicas de su(s) ocupante (s), sin desperdicio ni exceso. Las casas que ofrezco actualmente a través de Four Lights Tiny House Company están diseñadas para hacer precisamente eso: proporcionar a los propietarios todo lo que quieren y necesitan, y nada que no quieran.
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