Los avances en el transporte y la comunicación han derribado barreras críticas dentro de la economía global, empujándonos hacia un mundo más unificado. De acuerdo con esta tendencia, los procesos de comunicación, transporte y producción se están estandarizando, mecanizando y automatizando cada vez más. Sin embargo, a medida que esta era global de uniformidad progresa, las personas e individuos inevitablemente encontrarán confusión de identidad. Numerosas personas, etnias, nacionalidades y países de todo el mundo están trabajando para contrarrestar esa confusión de identidad. A medida que avanza la globalización, los grupos y nacionalidades que no logran preservar sus identidades disminuirán y serán absorbidos por entidades más fuertes. Por lo tanto, muchas sociedades están invirtiendo grandes esfuerzos en redescubrir y renovar sus tradiciones, culturas y costumbres indígenas. Cuando los viajeros visitan otro país, una de las vías más simples para experimentar la cultura local es la comida. A diferencia de otros elementos culturales, muchos de los cuales se han diluido debido a la globalización, las cocinas nativas todavía se perciben como conservadoras de las tradiciones, la singularidad y la diversidad de las culturas individuales. Es más importante que nunca que las personas y los países expandan y preserven sus respectivas monedas culturales. En este sentido, adoptar un enfoque cultural de la cocina coreana es un esfuerzo fascinante y significativo. A la luz de la reciente publicación de algunos artículos que tratan de la importancia simbólica y el significado detrás de la cocina coreana, un esfuerzo por compilar una lista de las propiedades culturales distintivas de la comida coreana parece vital. Además, presentar la estética de la comida coreana a través de un método que integre ciencia y cultura es una tarea muy significativa. Los autores de este artículo creen firmemente en su potencial para avanzar en la globalización de la comida coreana.