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Toda gran escritura se trata de algo más grande que el autor. Cuando te propones construir una comunidad, tienes que crear algo que sea más grande que tú. Y antes de que puedas hacer eso, tienes que saber de qué se trata.
¿Cuál es tu visión del mundo? ¿Qué te pasa bajo la piel? ¿Qué te destroza?
Estas son las preguntas que los grandes escritores, y por cierto los grandes bloggers, deben hacerse a sí mismos. La respuesta puede ser algo grande y audaz como los problemas de los derechos de las mujeres o algo divertido como los suéteres para perros. No tiene que ser serio para ser importante. Y una vez que lo has identificado, esa cosa sobre la que estás escribiendo, has creado algo poderoso para que tus lectores se conecten.
Por cierto, no estoy hablando de este tema. Es más grande que eso. Un tema general para cada palabra que escribes, todo lo que tienes que decir. Por escrito, el por qué siempre debe ser más grande que el qué.
Donde empezamos
Entonces, ¿por dónde empiezas? Empieza aquí: con un manifiesto.
Un manifiesto es un documento corto y compartible que hace un argumento, que le dice al mundo de qué se trata. Es algo que emprende una pelea, se pone de pie, hace que la gente se ponga de pie y diga «sí, estoy de acuerdo con esto» o » ¡de ninguna manera!».
El punto de un manifiesto es que te hace dibujar una línea en la arena, lo que te obliga a aclarar tu mensaje. Pero antes de hacer eso, tienes que saber de qué se trata. ¿Verdad?
Así que aclaremos lo que tienes que decir.
El poder de la claridad
¿Qué tan poderoso es un manifiesto? Bueno, aquí hay algunos ejemplos:
- La Declaración de Independencia, que inició la lucha de Estados Unidos por la independencia, es un manifiesto. Es increíblemente corto (una carta manuscrita de una sola página). Pero hay mucha energía en esa brevedad.
- Las 95 tesis de Martín Lutero, que desencadenaron la Reforma Protestante y cambiaron para siempre el rostro de una de las religiones más grandes del mundo, también fueron un manifiesto. Era una lista de quejas que Lutero tenía con la Iglesia Católica. A veces, quejarse puede ser el camino que conduce al cambio.
- El Manifiesto Comunista escrito por Karl Marx no era más que un folleto sobre la desigualdad entre los trabajadores del mundo, y sin embargo provocó una revolución global. Cuando usas palabras para aprovechar lo que la gente siente en el fondo, tienes un poder inigualable para guiar y motivar a otros a la acción.
Como puedes ver, las palabras mueven a las personas. Esa parte es difícil de disputar. Pero ten cuidado con este poder. Tienes que apuntarlo en la dirección correcta. De lo contrario, estás jugando con fuego.
Entonces, ¿qué tipo de movimiento crearán tus palabras? Comience enfocando su mensaje en lo que se trata y por qué es importante. Ahí es donde comienza toda la gran escritura y donde comienzan todos los movimientos importantes.
La mejor manera que sé de hacerlo es escribir un manifiesto. Solo tiene que redactar unos cientos de palabras para responder a las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es el problema? Esto puede ser con el gobierno, el mundo o algún pasatiempo de nicho.
- ¿Cuál es la solución? ¿Qué propone que hagamos para solucionar este problema?
- ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Cuál es la llamada a la acción con la que quieres dejar a la gente? Diles que hagan una cosa.
Para ver un ejemplo de manifiesto, que es solo 900 palabras y ha inspirado a cientos de miles de personas durante años, puedes leer el mío aquí.