En Diciembre. el 26 de diciembre de 2004, el terremoto más poderoso del mundo en más de 40 años golpeó profundamente bajo el Océano Índico frente a la costa oeste de Sumatra. El terremoto masivo de magnitud 9.1 incluso sacudió edificios en Bangkok, Tailandia, a 1.242 millas (casi 2.000 kilómetros) de donde tuvo lugar el terremoto. Según el Servicio Geológico de EE.UU., el terremoto submarino impactó con la potencia de 23.000 bombas atómicas tipo Hiroshima.
Se produjo un tsunami masivo y particularmente mortal. Uno de los factores que hizo que este evento fuera particularmente destructivo fue que los tsunamis golpearon áreas relativamente bien pobladas en medio de la temporada de vacaciones repleta de turistas. Las olas azotaron 11 países del Océano Índico, matando a unas 220.000 personas y desplazando a millones de personas .
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El 11 de marzo de 2011, se produjo un terremoto de 9.0, esta vez cerca de la costa este de Honshu, Japón. Al igual que el terremoto submarino de 2004, esto también desató un tsunami masivo. Las olas destruyeron por completo ciudades costeras como Kuji y Ōfunato y dañaron gravemente gran parte de la infraestructura en el este de Sendai. A la semana del incidente, el número de muertos había aumentado a 4.164, con 7.843 desaparecidos y 2.218 heridos .
La tragedia se convirtió en crisis, sin embargo, ya que el tsunami también destruyó los generadores necesarios para hacer circular el agua a través del reactor nuclear en la instalación de Fukushima-Daiichi. El reactor se apagó con 10 minutos de aumento de la actividad sísmica, pero aún así requirió un sistema de enfriamiento operable para evitar aumentos peligrosos en la temperatura del núcleo debido al calor de desintegración en el núcleo radiactivo.
La temperatura y la presión del agua continuaron aumentando y la radiación comenzó a dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. Explosiones de hidrógeno rompieron los paneles de contención de acero del edificio del reactor. Las autoridades japonesas se enfrentaban ahora al desafío de enfriar el Fukushima-Daiichi y detener la fuga de radiación mortal de la instalación paralizada.
Los estragos de un poderoso tsunami pueden ser verdaderamente catastróficos. En la siguiente página, aprenderemos qué se puede hacer para predecir su formación.
