Objetivo: Una desarticulación de rodilla o un muñón a través de la rodilla es superior en comparación con un muñón transfemoral. Todos los músculos de los muslos se conservan y el equilibrio muscular permanece inalterado. El rango de movimiento de la articulación de la cadera no está limitado. La forma bulbosa del muñón permite soportar todo el peso en el extremo del muñón y se puede equipar fácilmente con una prótesis. Un amputado con desarticulación bilateral de rodilla puede caminar «descalzo».
Indicaciones: Un nivel de amputación más distal, por ejemplo, una amputación transtibial ultracorta, no es posible. Alternativa importante a las amputaciones transfemorales. Posible para cualquier etiología excepto para la enfermedad de Buerger-Winiwarter. Las nuevas indicaciones son reemplazos totales de rodilla infectados y aflojados.
Contraindicaciones: La preservación de la articulación de la rodilla es posible.
Técnica quirúrgica: La desarticulación de rodilla es un procedimiento muy atraumático, en comparación con las amputaciones transfemorales. No es necesario cortar huesos ni músculos, solo piel, ligamentos, vasos y nervios. Incluso los cartílagos meniscales pueden dejarse en su lugar para que actúen como amortiguadores axiales. El cartílago del fémur no se reseca, sino que solo se bisela en caso de artrosis. No se necesitan aditamentos tendinosos ni procedimientos mioplásicos. La rótula permanece en su lugar y se mantiene en posición solo por la retinacula. El cierre de la piel debe realizarse sin la más mínima tensión y, si es posible, no en la zona de soporte de peso. Las amputaciones transcondilares a través de los cóndilos femorales solo están indicadas cuando no hay suficientes tejidos blandos para el cierre de la herida de una desarticulación de rodilla. Se presentan y discuten alternativas como las técnicas de Gritti, Klaes y Eigler, el acortamiento del fémur y la plastia de rotación de Sauerbruch.
tratamiento Postoperatorio: El riesgo de úlceras de decúbito es bastante alta. El vendaje correcto del muñón es, por lo tanto, particularmente importante. El ajuste protésico es posible 3-6 semanas después de la cirugía. El tipo de prótesis depende del nivel de actividad del amputado.
Resultados: El rendimiento superior de los amputados con desarticulaciones de rodilla en deportes demuestra la superioridad de ese nivel de amputación en comparación con los amputados transfemorales. Sin embargo, debido a que menos del 5% de las amputaciones son desarticulaciones de rodilla, no se pueden hacer declaraciones sobre la significación estadística. Por otro lado, uno debe hacer todo lo posible para preservar un muñón transtibial ultracorto.