En la cultura iraní, el desayuno más fácil y ordinario es el pan tradicional caliente con queso y té dulce, servido con nueces y, a veces, pepinos y tomates.
Otros desayunos iraníes incluyen Haleem (un pudín popular en el Medio Oriente que incluye trigo o cebada, carne y, a veces, lentejas), Sopa Sholeh-Ghalamkar (Sopa Hodge-Podge), Kalleh Pacheh (un plato de patas y/o cabeza de oveja o vaca hervidas), huevos fritos, tortilla, mantequilla, mermeladas y miel, junto con los panes iraníes más deliciosos como Sangak, Barbari, Taftoon y Lavash.
Una quinta parte de la ingesta energética diaria debe proporcionarse desayunando. Lo mejor es incluir varios grupos de alimentos diferentes en su desayuno. La leche, el queso, los huevos, la sopa de lentejas e incluso los frutos secos son fuentes de proteínas, mientras que el pan, los cereales, las frutas, las verduras, la miel y las mermeladas son fuentes de carbohidratos complejos y simples. Por supuesto, el azúcar y las grasas (como mermelada, mantequilla y crema) deben consumirse a un nivel bajo.
A continuación puedes ver fotos de algunos desayunos iraníes: