El Instituto de Células Madre de Harvard está desarrollando nuevas terapias para reparar el daño renal, reduciendo la necesidad de diálisis y trasplante.
La diabetes es una enfermedad corrosiva. El desequilibrio de azúcar en la sangre causa pequeños cambios en el cuerpo que lentamente conducen a visión borrosa, erupciones en la piel y nervios dañados. En casos graves, la diabetes desgasta el camino de la sangre a los riñones, causando una eventual insuficiencia orgánica. De hecho, la mitad de todas las fallas renales en los Estados Unidos son causadas por diabetes. Para la mayoría de los pacientes que terminan en la lista de espera para un trasplante de riñón, un diagnóstico de insuficiencia renal significa elegir entre diálisis o muerte segura.
La diálisis cuesta tiempo y dinero. La mayoría de los pacientes deben conducir a un centro de diálisis tres veces por semana para conectarse a una máquina durante cuatro horas por sesión. Los costos anuales de este tratamiento son de aproximadamente 8 80,000 por paciente y van en aumento. La cantidad total de fondos privados y públicos gastados en el procedimiento pronto alcanzará los 5 50 mil millones por año. Un trasplante de riñón único tiene un costo equivalente a aproximadamente dos años y medio de diálisis, pero por lo general toma tres años encontrar un donante compatible disponible.
Nuestra visión
El Grupo Renal del Instituto de Células Madre de Harvard (HSCI) tiene estrategias a corto, mediano y largo plazo para desarrollar nuevas terapias para el daño renal relacionado con la diabetes (nefropatía diabética). Este enfoque multifacético tiene como objetivo capitalizar los logros translacionales prometedores en el futuro cercano, mientras busca medicamentos potenciales y el objetivo final de crear un riñón completamente artificial utilizando células madre.
Plan a corto Plazo
Las células madre mesenquimales son la defensa natural del cuerpo contra el daño renal. Estas células madre, que se encuentran en la médula ósea, protegen los riñones de lesiones y aceleran la cicatrización. Científicos del Instituto de Células Madre de Harvard han identificado proteínas candidatas secretadas a partir de células madre mesenquimales que pueden administrarse de forma independiente para ayudar en la reparación renal. En otro enfoque, las células madre mesenquimales se están incorporando en máquinas de diálisis en miniatura que exponen la sangre del paciente a estas células, lo que permite que las proteínas pro-reparación se entreguen directamente a los riñones.
Plan de mediano Plazo
Habiendo identificado los tipos de células renales que son más susceptibles a las lesiones durante la diabetes, el Grupo Renal HSCI ahora planea atacarlos con nuevos medicamentos. Con el fin de detectar posibles dianas farmacológicas, los investigadores deben identificar primero los genes que cambian en las células renales diabéticas, y luego identificar los compuestos que ralentizan o detienen la expresión génica destructiva. Un medicamento para el daño renal relacionado con la enfermedad tiene el potencial de eliminar la necesidad de diálisis.
Plan a largo Plazo
El proyecto con mayor impacto potencial en los pacientes con diabetes es el gran esfuerzo multidisciplinario de HSCI para crear un riñón artificial utilizando células madre y nanotecnología.
La unidad funcional del riñón es una nefrona, un tubo largo que filtra la sangre en un extremo y luego convierte ese filtrado en orina. Los científicos del HSCI planean aislar células madre renales, mezclarlas con geles solubles y moldearlas en la arquitectura de una nefrona. Los científicos ya han creado con éxito un riñón artificial de rata que produce orina una vez trasplantada al animal, lo que hace que el trasplante de órganos artificiales sea una realidad muy posible para los humanos.