Informaste sobre la entrevista de 1968 con John Lennon que publiqué en The New Statesman, que giraba en torno a la respuesta «furiosa» de Lennon a una carta que lo atacaba a él y a su canción Revolution por ser «desfavorablemente comparada con el drama radial de la BBC Mrs Dale Diary» (Day in the life: Lennon’s six-hour interview with student revealed, 17 de diciembre).
El artículo dice que Lennon estaba » enfurecido «por la carta, en» Tariq Ali’s radical journal » Enano Negro. Como usted dice, «Los Beatles podrían haber cambiado su imagen, pero no habían perdido nada de su fuego, insistió. Y en enero de 1969, en su propia carta a la revista, Lennon expresó su irritación por ser «molesto» por «brothers in endless fucking prose».
Pero en la conversación real, desencadenada cuando le mostré la carta, que era tan condescendiente que sabía que estaba destinado a ponerlo en marcha, la respuesta de Lennon fue inicialmente desdeñosa, no sorprendente dado que era la primera vez que la había visto. No era un lector habitual del periódico ultraizquierdista de Ali: de hecho, la carta abierta que se le había dirigido había aparecido un mes antes de la entrevista.
Pero la idea de que para cuando John Lennon fue asesinado a tiros en 1980 «había hecho las paces con Tariq Ali, y recuperado sus laureles radicales», es errónea. Es cierto que Lennon coqueteó con la izquierda a principios de los años 70, principalmente en Nueva York, empleando su talento para escribir canciones y retórico en la causa de la justicia y la promoción de la paz.
Por lo tanto, tal vez sea apropiado que cite de la entrevista que Lennon hizo con Ali y Robin Blackburn para Red Mole en 1971, en el sentido de que «Lennon estuvo de acuerdo con Ali en que se estaba volviendo»cada vez más radical y político»».
Pero eso fue en 1971. El radicalismo político de Lennon fue de hecho un asunto relativamente efímero, como sabrán los lectores de su colección de escritos (en su mayoría) de finales de la década de 1970, Skywriting de Boca en Boca.
Lennon lamentó mucho su asociación anterior con la izquierda radical, como lo dejó claro el contenido del capítulo titulado «We’d all love to see the plan» (citando de la canción Revolution).
Escribiendo en 1978, declaró: «El error más grande que Yoko y yo cometimos en ese período fue dejarnos influenciar por los ‘revolucionarios serios’ machistas y sus ideas locas de matar a la gente para salvarla del capitalismo y/o el comunismo (según su punto de vista). Deberíamos habernos aferrado a nuestra propia forma de trabajar por la paz: camas, vallas publicitarias, etc.»
El regalo principal de Lennon era escribir y grabar canciones que se comunicaran con millones de personas de maneras que ningún credo político ideológico, ya fuera de la izquierda o de la derecha, jamás podría.
En el libro que estoy escribiendo sobre la relación entre las canciones de Lennon y su vida, exploro el poder comunicativo de su música. El libro también se basa en mis recuerdos del 75% de la entrevista de Lennon que aún no se ha revelado: su reportero no podía saber que lo que apareció en The New Statesman está lejos de ser «la versión completa».
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