Estimado Editor,
Una mujer negra de 17 años de edad presentó nódulos palpables en ambas mamas. Cinco meses antes, había notado un crecimiento abrupto, por lo que se sometió a una ecografía (Figura 1) y a una resonancia magnética (Figura 2). Debido al crecimiento de las lesiones en un corto período de tiempo, se solicitó una biopsia central guiada por ultrasonido para una mejor evaluación diagnóstica (Figura 3).
Figura 1 Ecografía que muestra nódulos hipoecoicos ovalados, circunscritos, con su eje más largo paralelo a la piel, sugestivos de lesiones de naturaleza probablemente benigna.
Figura 2 Imagen por resonancia magnética que identifica lesiones con la misma morfología descrita en la ecografía, toda la lesión mostrando una señal hipointensa o isointensa en secuencias ponderadas en T2, así como realce retardado y progresivo tras la administración de agente de contraste paramagnético en la secuencia ponderada en T1, con resta desde el primer minuto (A) hasta el cuarto minuto (B).
Figura 3 Imagen de microscopía electrónica que muestra lóbulos y conductos inmaduros en hendiduras, junto con proliferación de células mioepiteliales y estromales, hallazgos consistentes con fibroadenoma juvenil.
En niños y adolescentes, la mayoría de las afecciones clínicas que provocan un aumento del tamaño de las mamas o nódulos en las mamas son de naturaleza benigna. Un aumento unilateral del tamaño de las mamas se relaciona con mayor frecuencia con el desarrollo anormal de las mamas, mientras que los nódulos en las mamas se relacionan con mayor frecuencia con el fibroadenoma. Estos nódulos presentan un bajo riesgo de convertirse en malignos, son dependientes de hormonas y pueden encogerse después de la menopausia(1).
Los fibroadenomas juveniles (o celulares), que representan entre el 7 y el 8% de todos los subtipos histológicos de fibroadenoma, presentan un crecimiento acelerado y tienen predilección por las mujeres jóvenes de raza negra(2,3). En el momento del diagnóstico, 10-25% de los pacientes con fibroadenoma juvenil tienen tumores múltiples o bilaterales, como en el caso que se presenta aquí. El comportamiento biológico del fibroadenoma juvenil es una lesión de rápido crecimiento que afecta a la mama, algunas pacientes muestran ulceración de la piel y distensión venosa superficial(3,4).
La ecografía es la principal herramienta utilizada en la investigación diagnóstica de lesiones mamarias en pacientes jóvenes, siendo altamente sensible para la detección y monitorización de fibroadenomas. En la gran mayoría de los casos, tienen un aspecto típico: un nódulo hipoecoico ovalado, circunscrito, con su eje más largo paralelo a la piel, con o sin vascularización en un estudio Doppler. En pacientes mayores, estos nódulos pueden mostrar degeneración necrótica o de calcio, imitando lesiones agresivas (5). En las imágenes por resonancia magnética, el fibroadenoma puede presentar una variedad de comportamientos. En la gran mayoría de los casos, las lesiones de fibroadenoma muestran una señal hipointensa o isointensa en secuencias ponderadas en T2 y septaciones internas; después de la administración intravenosa de medio de contraste paramagnético, el patrón de realce puede ser de tipo I (curva ascendente progresiva), de tipo II (curva de meseta) o ausente(6).
El principal diagnóstico diferencial del fibroadenoma es un tumor filoides, que puede ser de naturaleza maligna o benigna, por lo que es fundamental realizar biopsia con análisis histológico para diferenciar entre los dos. Los fibroadenomas gigantes y los filoides pueden ser indistinguibles por los métodos de diagnóstico por imágenes(2-4).
El conocimiento de la historia clínica, las características identificadas por los métodos de imagen y la correlación histológica con los cambios morfológicos o el crecimiento de los nódulos de más de 20% en un corto período de tiempo proporcionan las herramientas necesarias para que los radiólogos y los médicos tratantes manejen adecuadamente los casos de fibroadenoma juvenil.