José Matías Delgado y el movimiento insurgente de 1811

Durante veintiocho días, a partir del 5 de noviembre de 1811, un puñado de criollos se aferraron al gobierno de San Salvador en nombre de Fernando VII. Al frente de la insurrección estaban los futuros líderes de la independencia centroamericana, como Manuel José de Arce y José Matías Delgado, la principal figura religiosa de la capital salvadoreña. Un completo fracaso desde el principio, el movimiento no pudo atraer el apoyo de otras localidades en la intendencia o provincias del reino de Guatemala. Además, el Gobernador General José de Bustamante desarmó el golpe al nombrar una comisión de paz que incluía a dos prominentes criollos de la Ciudad de Guatemala. Dando la bienvenida a la oportunidad de salvar la cara, los insurgentes reafirmaron su lealtad a España; el padre Delgado cooperó con los comisionados y posteriormente pronunció un sermón en el que lamentó el levantamiento. Sostuvo, sin embargo, que los insurgentes habían sido impulsados por una sincera preocupación por la reforma constitucional, un objetivo común en todo el mundo español desde 1808.

Basada en gran medida en documentos del Archivo General de Indias en Sevilla, la monografía pinta un excelente trasfondo del incidente. Entre otras cosas, el autor revela el extraordinario grado de autogobierno e influencia de que gozan los colonos en Centroamérica por una razón u otra; registra la creciente fricción y animosidad entre criollos y chapetones durante la ocupación francesa de España; describe la elección de representantes a las Cortes de Cádiz, subrayando el deseo general entre los colonos de reformas ilustradas; y discute las ambiciones de Delgado de avanzar en la jerarquía de la iglesia, así como la aspiración de San Salvador de convertirse en la sede de un obispado, libre del control de las autoridades en la Ciudad de Guatemala, un presagio de la contienda entre salvadoreños y guatemaltecos en décadas posteriores.

Los historiadores anunciaron inicialmente en el incidente de 1811 como el primer paso hacia la independencia y elogiaron a sus heroicos líderes. Pero los escritores posteriores han sido críticos, hasta el punto de acusar a Delgado de traicionar a los insurgentes o de acusar a Delgado de desempeñar un papel secundario. Barón Castro niega categóricamente estas acusaciones y argumenta que se derivan de la falta de considerar el evento en su contexto adecuado: el movimiento reformista de la época y no en el marco de una eventual independencia. En este sentido, así como en la caracterización del General Bustamante, el libro es «revisionista.»Sea como fuere, representa una beca encomiable de un conocido experto en demografía y estudiante del pasado colonial de Centroamérica.

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