Si eres activo en las redes sociales, probablemente hayas visto jugo de apio a través de tu alimentación a diario. ¿De qué va todo el bombo? Los defensores del jugo de apio afirman que tiene propiedades curativas y puede ser la respuesta a muchos de nuestros problemas de salud, incluidos los trastornos digestivos. Afirman que hay enzimas en el apio que elevan el ácido clorhídrico (HCL) en el estómago, lo que ayuda a digerir los alimentos y evita que se fermenten en el intestino (es decir, causan hinchazón y gases). Afirman que otros beneficios para la salud también podrían deberse a «sales de racimo» no descubiertas que pueden matar patógenos como bacterias y virus. Si bien estas afirmaciones suenan bastante bien, son exageradas y no están respaldadas por la ciencia.
Los seguidores de la tendencia del jugo de apio afirman que notan una piel más clara, una digestión mejorada, un aumento de los niveles de energía y ayudan a perder peso. Si la investigación no respalda las afirmaciones, ¿por qué las personas notan los resultados?
The Science
El apio, en su forma completa, contiene una variedad de nutrientes, que incluyen Vitamina A, Vitamina K, Vitamina C, Betacaroteno, Vitaminas B, Fitonutrientes, Calcio, Hierro, Magnesio, Potasio, Manganeso y Fósforo. El apio también es rico en fibra y prebióticos, que pueden ayudar en la digestión y apoyar a las bacterias intestinales beneficiosas (consulte a continuación las consideraciones sobre el SII).
Hay estudios que muestran que la ingesta de apio puede ayudar a disminuir la presión arterial, reducir la inflamación, reducir el estrés oxidativo, reducir la retención de agua y mejorar la salud digestiva. Sin embargo, muchos de estos estudios son pequeños, solo se realizan en animales y no en humanos, y no estudian específicamente el jugo de apio. No estamos seguros del efecto directo que puede tener el jugo de apio, así como de la cantidad de apio necesaria para causar estos efectos beneficiosos. Además, muchas otras frutas y verduras pueden provocar estos efectos, por lo que no hay razón para suponer que el jugo de apio por sí solo es la respuesta.
Consideraciones para el SII
Mientras que el apio es una gran adición a una dieta saludable, también es alto en FODMAP. Los FODMAP son carbohidratos que causan gases (te hace pensar dos veces sobre la afirmación de ácido estomacal, ¿no?), lo que puede llevar a síntomas negativos en personas con SII, como hinchazón, dolor abdominal, estreñimiento y/o diarrea.
El apio, cuando se consume en más de 1/4 de porción de tallo, es alto en el subgrupo de FODMAP manitol. No hay estudios que demuestren si el jugo de apio cambia el contenido de manitol, pero si lo comparamos con otros alimentos ricos en FODMAP que se consumen en jugo, como las manzanas, podemos suponer con confianza que el jugo sigue siendo alto. Si ha seguido el bajo contenido de FODMAP y ha descubierto que el manitol es un desencadenante para usted, lo mejor es evitar el jugo de apio. (Si no has seguido la dieta, es útil encontrar los desencadenantes. Más información aquí). Si descubrió que el manitol no es un desencadenante para usted, podría probar el jugo de apio, pero comience con una porción más pequeña y aumente, según lo tolere. ¿Es la cura que falta para el SII? No, así que si no te gusta o causa síntomas, déjalo ir.
Mis recomendaciones
Se ha demostrado que una dieta rica en plantas ofrece los beneficios mencionados anteriormente del apio: marcadores de salud mejorados. Un vegetal por sí solo no es la cura para todos nuestros problemas, así que ten cuidado con los mensajes que hacen esas afirmaciones. Agregar jugo de apio a tu dieta no hace daño, a menos que desencadene los síntomas del SII o reemplace una comida nutricionalmente equilibrada. El jugo nunca se recomienda para reemplazar las comidas, ya que esa práctica podría provocar desnutrición y trastornos en la alimentación.
Entonces, ¿por qué muchas personas ven un beneficio del jugo de apio? Mi conjetura es que los beneficios provienen de una mezcla de mayor ingesta de vegetales y mayor ingesta de agua. Se ha demostrado que ambos hábitos conducen a efectos similares de los que los seguidores deliran con este jugo verde. También es importante pensar en otros cambios en el estilo de vida que pueden acompañar la adición de jugo de apio a la dieta, como un aumento en la ingesta de vegetales, más atención en los alimentos y la vida, menos alimentos procesados, menos consumo de bebidas azucaradas, menos cafeína y/o más actividad física. Muchas tendencias de salud inspiran a los seguidores a adaptar comportamientos saludables adicionales que pueden agravar los efectos positivos que están notando.
Control eficaz del SII
Si su objetivo es controlar los síntomas del SII, lo mejor que puede hacer es identificar sus desencadenantes personales y crear un estilo de vida que apoye su intestino. Nuestros programas le darán la dirección, el apoyo y la responsabilidad que necesita para hacer esto con éxito. Solicitar consultar aquí!