La col Rizada es anunciada por sus amplios suministros de calcio, magnesio, potasio, Vitamina K y varios fitoquímicos y antioxidantes saludables. Pero el superalimento esconde un secreto desagradable: niveles peligrosos de metales pesados.
En un estudio reciente, el biólogo molecular Ernie Hubbard descubrió que la col rizada, junto con la col, el brócoli, la coliflor y la col rizada, es un hiperacumulador de metales pesados como el talio y el cesio. Además, los rastros de níquel, plomo, cadmio, aluminio y arsénico también son comunes en los vegetales, y esta contaminación afectó tanto a muestras de productos orgánicos como a muestras de productos estándar.
La fuente? Su suelo. «Si se deja en el suelo, las verduras de hoja verde se lo van a llevar», dijo Hubbard a la revista Craftmanship.
Esta noticia nos da una pausa porque la col rizada ha conquistado el mundo culinario en los últimos años: En 2007, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos registró 954 granjas cosechando el verde, pero para 2012 el número de cultivadores se disparó a 2,500. Se ha convertido en el vegetal» it», exprimido, salteado, al vapor, doblado en tazones de batido, horneado en papas fritas y mucho más.
El talio ha sido un ingrediente común en el veneno para ratas. Es insípido, inodoro y casi incoloro. Si bien los que dieron positivo no habían consumido niveles tóxicos del metal, fue suficiente para causar fatiga, arritmia cardíaca, náuseas, problemas digestivos, problemas neurológicos y pérdida de cabello. La parte más aterradora es que incluso después de que los pacientes completaron los regimientos de desintoxicación, el talio continuó apareciendo en sus sistemas.
Por ejemplo, los niveles de talio de una mujer vegetariana de 52 años, que hace ejercicio durante dos horas y consume col rizada diariamente, midieron 0,7 partes por miligramo, siete veces más de lo que se ha considerado el «límite umbral».»
Y aunque las toxinas están casi en todas partes en nuestro mundo industrial, no es una exageración preocuparse por estos hallazgos. «Ahora sabemos que los metales pesados son aditivos y sinérgicos», dice David Quid, científico principal de Doctors Data, doctor en bioquímica nutricional. «Si tienes un poco de talio, y un poco de plomo, y un poco de cadmio en tu sistema, tienes uno más uno más uno es igual a cinco o seis, no solo tres.»En otras palabras, estos metales causan más daño cuando se combinan.
«Esto se bioacumula», agregó. «En el camino, te va a patear el culo de una manera u otra.»De acuerdo, así que no tenemos que entrar en pánico—todavía.
Dicho esto, ¿es ESTA la nueva col rizada? Es el doble de saludable, y sabe a tocino…
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