Osteocondritis Disecante

La osteocondritis disecante es una afección articular en la que un trozo de cartílago, junto con una capa delgada del hueso, se separa del extremo del hueso debido a un suministro inadecuado de sangre. Los fragmentos separados a veces se llaman «ratones articulados». Estos fragmentos pueden estar localizados o desprenderse y caer en el espacio articular causando dolor e inestabilidad articular.

Anatomía

La rodilla, principalmente los cóndilos femorales, son los más comúnmente afectados. Los dos cóndilos femorales conforman el extremo redondeado del fémur (hueso del muslo). Cada rodilla tiene dos cóndilos femorales, el cóndilo femoral medial en el interior de la rodilla y el cóndilo femoral lateral en el exterior de la rodilla. La osteocondritis disecante ocurre dentro de la cara lateral del cóndilo femoral medial. La afección también puede ocurrir en otras articulaciones, incluidos los codos, los tobillos, los hombros y las caderas.

Incidencia

La osteocondritis disecante es más común entre los niños y los hombres jóvenes de entre 10 y 20 años que participan activamente en deportes, los atletas que participan en deportes como la gimnasia y el béisbol pueden desarrollar osteocondritis disecante.

Causas

La causa exacta de la osteocondritis disecante se desconoce y se considera que ciertos factores, como traumatismos, fracturas, esguinces o lesiones en la articulación, aumentan el riesgo de desarrollar la afección. La osteocondritis disecante puede ser causada por un suministro de sangre restringido al extremo del hueso afectado que generalmente ocurre junto con un trauma repetitivo. Después de la lesión o trauma, los huesos de la zona pueden verse privados del flujo sanguíneo, lo que lleva a la necrosis y, finalmente, el fragmento óseo puede desprenderse. Esto puede iniciar el proceso de curación, sin embargo, en este momento, el cartílago articular se comprimirá, aplanará y se desarrollará un quiste subcondral. Todos estos cambios, además del aumento de la presión articular, causan un fallo en la cicatrización de la articulación.

La aparición de osteocondritis disecante en varios miembros de la familia puede indicar que la afección es hereditaria.

Síntomas

Los pacientes con osteocondritis disecante suelen tener dolor articular, hinchazón, rigidez, disminución del rango de movimiento y rotura o bloqueo de las articulaciones. El dolor suele aumentar después de la actividad.

Diagnóstico

Es probable que su médico solicite una radiografía de la rodilla derecha e izquierda para ver la anomalía en el espacio articular y compararla. También es posible que le hagan una tomografía computarizada o una resonancia magnética que sea útil para determinar la ubicación de fragmentos sueltos dentro de la articulación.

Tratamiento

Su médico puede recomendar varios tratamientos según los informes de exploraciones diagnósticas, la edad, la gravedad, la estabilidad del cartílago y otros factores. Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas y detener o impedir la progresión de la degeneración de la articulación. Se recomiendan enfoques de tratamiento conservadores, como esperar & enfoque de vigilancia, medicamentos para el dolor e inmovilización durante 1-2 semanas si la afección se diagnostica en etapas tempranas y si la gravedad es leve. Sin embargo, se requiere cirugía si la afección se diagnostica en una etapa avanzada o si la afección es grave.

La corrección quirúrgica de la osteocondritis disecante se puede realizar mediante técnica abierta o técnicas artroscópicas. Algunos de los procedimientos quirúrgicos incluyen perforación, injerto óseo, fijación interna de reducción abierta, injerto osteocondral o implante autólogo de condrocitos (ACI).

  • Perforación: En este método se perforan múltiples orificios pequeños en el hueso que permiten el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el área defectuosa. Esto promueve el flujo sanguíneo hacia el área del defecto, iniciando así la respuesta de curación y la formación de nuevas células de cartílago dentro de la lesión
  • Reducción abierta fijación interna: la cirugía abierta se realiza en los casos en que el área desertada es difícil de alcanzar con el artroscopio. Por lo tanto, puede ser necesaria una incisión abierta. En este procedimiento, se hace una incisión delante de la articulación para permitir que el cirujano vea la articulación y se extraen los cuerpos sueltos. La fijación interna implica la fijación de los fragmentos mediante fijadores internos, como tornillos de metal, pasadores o alambres
  • Injerto óseo: ayuda a llenar el espacio después de extraer el hueso muerto o necrótico. En este procedimiento, el injerto óseo se coloca en el sitio dañado. Este procedimiento se puede realizar para reparar el área dañada o reemplazar el hueso faltante. El injerto automático (extraído del mismo individuo) o el aloinjerto (tomado del banco de huesos) puede ser necesario para ayudar en el crecimiento de un hueso nuevo
  • Injerto osteocondral: el procedimiento implica la transferencia de tapones de cartílago sanos desde las áreas de la articulación que no soportan peso y la transferencia a las áreas dañadas de la articulación en patrón de mosaico. Permite que el hueso y el cartílago recién implantados crezcan en el área desertada. Los injertos se pueden tomar del mismo individuo (auto injerto) o de un banco de donantes o huesos (aloinjerto)
  • Implantación autóloga de condrocitos (ACI): en este procedimiento, se extraen células de cartílago sanas de la articulación del paciente que no soporta peso y se cultivan en laboratorio. El parche de tejido de cartílago cultivado se implantará en el área desertada, lo que también promueve el crecimiento de cartílago nuevo

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