El dolor crónico es una de las presentaciones clínicas más comunes en los entornos de atención primaria. En los Estados Unidos, la fibromialgia (FM) afecta a aproximadamente el 1-3% de los adultos y se presenta comúnmente en adultos entre las edades de 40-50 años. La FM causa dolor muscular generalizado y sensibilidad con hiperalgesia y alodinia y puede estar asociada con otras afecciones somáticas.
La oxigenoterapia hiperbárica (TOHB) se ha utilizado y recientemente ha mostrado efectos prometedores en el manejo de la FM y otros trastornos del dolor crónico. En TOHB, se ha utilizado la respiración intermitente de oxígeno al 100% en una cámara presurizada donde la presión es superior a 1 atmósfera absoluta (ATA). La TOHB presenta un efecto antiinflamatorio significativo al reducir la producción de células gliales y mediadores inflamatorios, lo que resulta en el alivio del dolor en diferentes condiciones de dolor crónico. La TOHB también puede influir en la neuroplasticidad y afecta los mecanismos mitocondriales, lo que resulta en cambios funcionales en el cerebro. Además de eso, la HBOT estimula la síntesis de óxido nítrico (NO), lo que ayuda a aliviar la hiperalgesia y la liberación NO dependiente de opioides endógenos, que parecían ser el principal mecanismo de la HBOT de la antinocicepción.
Además, el ejercicio aeróbico y las terapias de movimiento meditativo (TMM) han ganado atención por su papel en el alivio del dolor a través de diferentes mecanismos antiinflamatorios y antioxidantes.
En esta revisión, nuestro objetivo es dilucidar los diferentes mecanismos de la TOHB y el ejercicio aeróbico en la atenuación del dolor como terapia adyuvante en la estrategia de tratamiento multidisciplinar del dolor crónico, y más particularmente de la fibromialgia.