Fecha de nacimiento: 19 de junio de 1954 (Edad: 62 años)
Altura: 5 ‘ 8 «(173 cm)
Peso: 134 libras (61 kg)
Kathleen Turner medidas corporales:
Pecho: 89 cm (35″)
Cintura: 63,5 cm (25″)
Caderas: 91 cm (36″)
Tamaño del sujetador: 34A
Talla de calzado: 8,5 (US)/39 (EU)
Color de cabello: Marrón claro
Color de ojos: Azul
Incluso en su juventud Kathleen no podía ser llamada una belleza: chica alta, grande y atlética, es una reminiscencia de los viejos símbolos sexuales de Hollywood con los que a menudo se la comparaba.
Hoy, con 62 años, Turner no se parece a una belleza que sedujo a los hombres a ambos lados de la pantalla; por desgracia, la edad no perdona a nadie.
La actriz dice que con los años se acostumbró a la idea de que todo el mundo cambia y ella no es una excepción.
Pero a pesar de los años, la actriz tiene un secreto característico de atracción: no tener miedo de su propia apariencia y tratar deficiencias sin trágicas y humorísticas.
Sabiendo que con la edad cada mujer se encuentra en un dilema sobre qué preferir, una figura o una cara, la actriz eligió esta última. Si pierdes peso pensando solo en las nalgas, es un problema.
Otro principio vital que Kathleen sigue es que el éxito no depende de la apariencia. Según esta brillante actriz, es la competencia profesional la que debe determinar la calidad interna en lugar de la belleza, porque el talento, a diferencia del cerebro, es algo fugaz.
Kathleen se enorgullece de que en su camino tuvo que soportar no solo altibajos, sino también bajadas. Además, esta profesión siempre ha sido para ella una nueva y emocionante. Habiendo renunciado a la apariencia y la edad, Kathleen Turner está feliz de interpretar los papeles en los que hace un par de décadas ni siquiera podía pensar, por ejemplo, Fried Felcher en Dumb and Dumper y el Coraje Materno de la famosa obra de Bertolt Brecht.
En la vida de una famosa actriz de Hollywood, ganadora del Oscar y dos Globos de Oro, ocurrió un evento inesperado. Kathleen Turner en la cima de su carrera como actriz y fama fue diagnosticada con artritis reumatoide. El veredicto de los médicos sonaba como una sentencia de muerte: en un futuro cercano se esperaba que una de las actrices más temperamentales de Hollywood y símbolo sexual de Estados Unidos continuara su vida en una silla de ruedas. Pero la actriz logró superar ese momento difícil y ganó la enfermedad.