Perseo, (nacido c. 213/212 a. c.—fallecido c. 165, Alba Fucens, cerca de Roma ), el último rey de Macedonia (179-168), cuyos intentos de dominar Grecia provocaron la derrota final de Macedonia por los romanos, lo que llevó a la anexión de la región.
Hijo mayor del rey Felipe V de Macedonia, Perseo comandó tropas en las guerras de su padre contra Roma (199) y Etolia (189). Después de tres años de intriga contra su hermano Demetrio, acusándolo de codiciar la sucesión, Perseo en 180 persuadió al rey para que ejecutara a Demetrio. Al suceder al trono en 179, extendió su influencia en Tracia e Iliria, pero hizo esfuerzos especiales para conquistar el mundo griego. Con este fin, retomó el control de la Anfictionía Délfica, estableció excelentes relaciones con Rodas y alentó la revolución en Etolia y Tesalia. Después de someter una revuelta en Dolopia, despertó la alarma generalizada en Grecia al visitar Delfos con su ejército. En 172 Eumenes II de Pérgamo incitó a Roma contra los planes supuestamente agresivos de Perseo, precipitando así la Tercera Guerra Macedonia (171-168). Perseo mantuvo a raya a los romanos durante tres años, pero en 168 perdió el apoyo de Gentio de Iliria, exponiendo así su flanco occidental. Un ejército romano lo obligó a luchar en Pydna (en el sur de Macedonia), donde fue derrotado por Lucio Emilio Paulo. Después de marchar como cautivo en el triunfo de Emilio Paulo (167), Perseo pasó el breve resto de su vida en cautiverio. El fracaso de Perseo reveló su incapacidad para reconciliar las necesidades de Macedonia con la realidad del predominio romano.