Debería evitar la lectina en su dieta?
Sin grasa, sin azúcar, sin lactosa, sin gluten? ¿Qué queda para comer, de todos modos? Pensamos que también lo habíamos escuchado todo, pero luego vino lectina: una nueva sensibilidad de la que debemos estar conscientes. Steven Gundry, MD, sin duda lo justifica en su libro The Plant Paradox: The Hidden Dangers In «Healthy» Foods That Cause Disease and Weight Gain (La paradoja de las plantas: Los peligros ocultos En los Alimentos «Saludables» Que Causan Enfermedades y aumento de peso). Consultamos a nuestra experta en nutrición interna, Sarah Greenfield, RD, para descomponer las lectinas y decirnos si deberíamos evitarlas.
Primero, ¿Qué Es la Lectina?
Las lectinas son proteínas vegetales. Son parte del sistema de defensa natural de una planta. En términos generales, cuando ingieres lectinas, evitan la digestión sin ser impactadas por las enzimas y se unen a las moléculas de azúcar. Estas moléculas se pueden unir a las células del revestimiento intestinal. Pueden crear pequeñas lágrimas que potencialmente pueden crear una respuesta inmunitaria y perjudicar la digestión.
Es una respuesta inflamatoria similar que algunas personas tienen con el gluten, pero con un proceso fisiológico ligeramente diferente.
Las lectinas se encuentran más comúnmente en legumbres y granos. Sin embargo, también se encuentran en muchas plantas, como los tomates, las berenjenas y los pimientos, especialmente en las semillas y la piel. Los frijoles, las nueces, las semillas, los granos, la calabaza, la leche A1 y el maíz también contienen lectinas.
¿Necesitamos Ir Libres De Lectina?
Todos los órganos del cuerpo trabajan duro para controlar la inflamación aguda y mantener el cuerpo limpio. Sin embargo, todos somos genéticamente diferentes y la forma en que nuestro cuerpo responde a los alimentos varía. Los alimentos que ilicitan una respuesta inmunitaria o que contribuyen a la inflamación crónica afectarán al cuerpo cuando se consumen de manera constante todos los días. Es por eso que rotar los alimentos puede ser una herramienta muy poderosa para mejorar la salud.
¿Se siente aletargado, con la cabeza nublada o hinchado? ¿Tienes la piel irritada? ¿Experimenta otros síntomas digestivos? Si es así, es posible que desee examinar su dieta más de cerca. En estos casos, recomiendo trabajar con un nutricionista dietista registrado para llegar a la raíz de sus preocupaciones personales de salud. Tal vez tengas una respuesta inflamatoria a la lectina, o tal vez sea otra cosa. También puede considerar la posibilidad de realizar pruebas de sensibilidad a los alimentos para ver si los alimentos ricos en lectina aparecen en sus resultados. Puedes probar una dieta de eliminación a partir de ahí.
Si identifica una sensibilidad a la lectina, hay algunas cosas que puede hacer. Preparar alimentos en una olla a presión puede disminuir el nivel de lectinas. También puede optar por alimentos que son más bajos en lectinas, como batatas, yuca, raíz de taro, verduras de hoja oscura, verduras marinas, hinojo, brócoli, coliflor, aguacate, aceite de oliva virgen extra, mijo y carnes criadas en pastos.