El procedimiento se realiza, en esta época y edad, principalmente en pacientes de países en desarrollo que carecen de los medios para obtener prótesis costosas. En el mundo occidental, el procedimiento de Krukenberg generalmente se reserva para pacientes ciegos con amputaciones bilaterales, ya que puede proporcionar al paciente sensación táctil.
Si bien la mala cosmesis del procedimiento Krukenberg lo hace muy raro, preserva la propiocepción y la estereognosis en el muñón funcional y, por lo tanto, permite una maniobra efectiva. Una vez realizado este procedimiento, no excluye el uso de una prótesis funcional dando al paciente la opción de utilizar cualquiera de las estrategias funcionales.
Aunque la operación rara vez se realiza en la era moderna, los pacientes pueden preferirla a las prótesis sofisticadas, como en un estudio de caso de una mujer holandesa, reportado en 2002.
Inicialmente, después de la amputación traumática bilateral del antebrazo, se le proporcionaron prótesis mecánicas. Finalmente, dejó de usarlos porque eligió usar sus tocones desnudos como pinzas. Explicó que poder sentirse la ayudó mucho en sus tareas… se obtuvo un excelente resultado funcional, tanto desde el punto de vista quirúrgico como de rehabilitación. La paciente vive con su familia, se ocupa del hogar y hace arte y manualidades, que actualmente vende, y está muy contenta con el procedimiento. Ha pasado un año y medio y sigue ganando destreza y fuerza.
La paciente en cuestión también solicitó que el procedimiento se completara en su otro brazo.