La prueba de Kveim, Nickerson-Kveim o prueba de Kveim-Siltzbach, es una prueba cutánea utilizada para detectar sarcoidosis, en la que se inyecta parte de un bazo de un paciente con sarcoidosis conocida en la piel de un paciente que se sospecha que tiene la enfermedad. Si se encuentran granulomas no caseantes (4 a 6 semanas después), el examen es positivo. Si el paciente ha estado en tratamiento (por ejemplo, glucocorticoides), la prueba puede ser falsa negativa. La prueba no se realiza comúnmente, y en el Reino Unido no hay sustrato disponible desde 1996. Existe la preocupación de que determinadas infecciones, como la encefalopatía espongiforme bovina, puedan transmitirse a través de una prueba de Kveim.
Prueba de Kveim-Siltzbach
D007731
Morten Ansgar Kveim, quien informó por primera vez la prueba en 1941 utilizando tejido de ganglios linfáticos de pacientes con sarcoidosis. Fue popularizado por el médico estadounidense Louis Siltzbach, quien introdujo una forma modificada usando tejido de bazo en 1954. El trabajo de Kveim fue un refinamiento de estudios anteriores realizados por Nickerson, quien en 1935 informó por primera vez sobre las reacciones cutáneas en sarcoides.
Se puede utilizar una prueba de Kveim para distinguir la sarcoidosis de afecciones con síntomas que de otro modo serían indistinguibles, como la beriliosis.