Isaías fue un profeta judío que vivió durante el siglo VIII a.C. El Libro de Isaías afirma haber sido escrito por él, y los eruditos creen que al menos escribió parte de él.
¿Cuándo vivió Isaías?
El primer versículo de Isaías nos da un poco más de contexto sobre él.
» La visión concerniente a Judá y Jerusalén que Isaías hijo de Amoz vio durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.»- Isaías 1:1
Sabemos que es el hijo de Amoz-pero no sabemos quién es. También sabemos que vivió durante los reinados de cuatro reyes. El primero, Uzías, reinó alrededor de 783 a. C. a 742 a.C. El último rey, Ezequías, reinó de 715 a. C. a 686 a.C.
Así que no sabemos cuándo nació Isaías, pero los eruditos estiman que podría haber sido un profeta durante unos 60 años. Esta datación es parte de la razón por la que los eruditos todavía no están seguros sobre los detalles de quién escribió el Libro de Isaías y cuánto escribió él mismo: el libro parece terminar después del exilio babilónico, que tuvo lugar en el siglo VI, más de 100 años después de la muerte de Isaías.
¿Era Isaías un miembro de la familia real?
Aunque no sabemos quién es el padre de Isaías, Amoz, algunos eruditos especulan que Isaías era un miembro de la familia real, ya que tenía fácil acceso a los reyes.
A veces, Isaías hablaba directamente a los reyes (ver Isaías 7:3-4, Isaías 38:1-22). Otras veces cita directamente las palabras de los reyes (ver Isaías 7:12-17). El Libro de 2 Reyes también apoya la estrecha asociación de Isaías con los reyes de Israel (ver 2 Reyes 19:1-7).
¿Estaba casado Isaías?
Isaías estaba casado con una mujer sin nombre conocida como «la profetisa».»No está claro si la Escritura le da este nombre debido a su asociación con Isaías o porque ella misma tenía el don de profecía.
Isaías y su esposa tienen dos hijos. Su primer hijo es Sear-Jasub (que significa «un remanente regresará»). Es mencionado en Isaías 7:3:
«Entonces el Señor dijo a Isaías:» Sal, tú y tu hijo Sear-Jasub, al encuentro de Acaz al final del acueducto del Estanque de Arriba, en el camino al Campo del Lavador.»
La esposa de Isaías solo se menciona en el relato del nacimiento de su segundo hijo en Isaías 8:3-4:
«Y fui a la profetisa, y concibió y dio a luz un hijo. Entonces el Señor me dijo: «Ponle por nombre Maher-salal-has-baz, porque antes de que el niño sepa gritar «Mi padre» o «Mi madre», las riquezas de Damasco y los despojos de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.'»
Eso es todo lo que el libro nos dice sobre la familia de Isaías. El nombre de su padre (Amoz), los nombres de sus hijos y un título que lleva su esposa.
El contexto del ministerio de Isaías
Cuando Isaías comenzó su ministerio, el reino del norte de Israel estaba al borde del colapso. Durante las siguientes dos décadas, el imperio asirio se fue deshaciendo del reino del norte. En 722, el reino del norte cayó cuando Samaria, su capital, fue capturada.
A pesar de que los reinos de Israel estaban divididos en este momento, había una gran unidad entre el pueblo. Así que el reino del sur todavía estaba muy afectado. El ministerio de Isaías después del año 722 se centra en tratar de que los judíos confíen en Dios ante la terrible amenaza de Asiria.
Pero los judíos querían confiar en Egipto, no en Dios. En el último momento crítico, después de que todo lo demás fracasara, el rey Ezequías oró a Dios, y apostó su vida y su reino a que Dios guardara Su palabra. Y Dios guardó Su palabra.
Isaías ministró durante esos años críticos después de la caída del reino del norte, cuando Asiria presentó una amenaza terrible para el reino del sur.
Un profeta famoso, pero desconocido
Desafortunadamente, eso es lo que sabemos sobre el profeta Isaías. Sabemos mucho sobre el período durante el que escribió, pero tenemos pocos detalles sobre su vida.
Una de las cosas sorprendentes de la Biblia es que sabemos mucho sobre las vidas de los profetas que no escribieron libros, como Elías y Eliseo, pero sabemos relativamente poco sobre las vidas de los que lo hicieron, como Isaías.
A pesar de todo, las palabras de Isaías han tenido un poderoso impacto en el judaísmo y el cristianismo por igual. Los escritores del Nuevo Testamento lo citaban con frecuencia, mostrando a menudo cómo sus profecías apuntaban no solo a la redención de los israelitas del exilio, sino a la redención del mundo en Cristo.
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