La laxitud de la articulación de la rodilla puede resultar de una lesión de tejidos blandos, como un desgarro de ligamentos, o de factores genéticos como el síndrome de hipermovilidad articular y varias formas de Síndrome de Ehlers–Danlos. La ubicación de la laxitud pasiva de la rodilla de un sujeto a lo largo de un espectro continuo depende de las propiedades mecánicas de las estructuras existentes y del aumento del movimiento que a menudo sigue a la lesión articular. En un umbral a lo largo del espectro, un paciente estará en riesgo de inestabilidad articular y lesiones adicionales a las estructuras articulares. Los vínculos entre inestabilidad y laxitud pueden comprenderse mejor si la laxitud puede cuantificarse de manera fiable y precisa. Las medidas actuales de laxitud no se han comparado con un «patrón oro» en todos los casos, y cuando lo han hecho, se encontró que sobreestiman los valores de laxitud. Esto se atribuye a la deformación de los tejidos blandos. En consecuencia, una medida no invasiva de laxitud con mayor precisión y repetibilidad sería útil desde el punto de vista clínico y en el sector de la investigación. En esta revisión, se critican las medidas clínicas actuales de laxitud, se identifican criterios para una medida de laxitud y se describen tres modelos teóricos de laxitud de rodilla. Estos incluyen modelos de contacto, parámetros agrupados y elementos finitos, con énfasis en la aplicabilidad, fortalezas y limitaciones de cada uno. El objetivo a largo plazo es desarrollar un modelo y método capaz de diferenciar a los sujetos a lo largo de un espectro de laxitud, y comprender las implicaciones funcionales de la integridad articular alterada. Esto permitiría un escrutinio cuidadoso de las intervenciones clínicas destinadas a mejorar la salud de las articulaciones y proporcionaría una valiosa herramienta de investigación para estudiar las lesiones, la curación y la degeneración de las articulaciones.