Revolución Tunecina

Las velas rodean una foto de Bouazizi, un vendedor de verduras – que se prendió fuego el 17 de diciembre y encendió protestas a nivel nacional que obligaron al entonces presidente Zine El Abidine Ben Ali a huir del país-durante una vigilia nocturna en el centro de Túnez, el 22 de enero de 2011.
Manifestantes del campo y de la aldea de Sidi Bouzid, la ciudad donde comenzó la «Revolución del Jazmín», caminaron durante la noche para descender a la oficina del primer ministro, donde derribaron barricadas de alambre de púas.
Grafitis revolucionarios adornan una pared de la oficina del primer ministro en Túnez el 22 de enero de 2011.
Un retrato de Mohamed Bouazizi, que se ha convertido en un héroe en Túnez desde que se roció con gasolina, se prendió fuego y murió a causa de sus heridas, se muestra desde un poste en la Avenida Habib Bourguiba el 23 de enero de 2011, en Túnez, Túnez.
Los manifestantes suben al Monumento al Ayuntamiento cerca de la oficina del primer ministro para escuchar a Rachid Ammar, jefe del estado mayor del ejército tunecino, el 24 de enero de 2011, en Túnez.
Manifestantes envueltos en banderas descansan frente a la oficina del primer ministro tunecino el 24 de enero de 2011, en Túnez.
Manifestantes desfilan a lo largo de la Avenida Habib Bourguiba en Túnez el 24 de enero de 2011.
Un soldado arregla flores en su tanque mientras una paz incómoda se cierne sobre Túnez el 21 de enero de 2011, en Túnez.
Rachid Ammar, jefe del estado mayor del ejército tunecino, se dirige a los manifestantes en el Monumento al Ayuntamiento, cerca de la oficina del primer ministro, el 24 de enero de 2011, en Túnez.
Los tunecinos suben a edificios gubernamentales y continúan sus manifestaciones frente a la oficina del Primer Ministro Mohamed Ghannouchi en la Plaza del Gobierno el 25 de enero de 2011, en Túnez, Túnez.
La Plaza del Gobierno se ha convertido en un campamento improvisado mientras los manifestantes desafían el toque de queda de emergencia y duermen en el suelo el 25 de enero de 2011 en Túnez. Muchos juran continuar hasta que el gabinete interino renuncie.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.