Antecedentes: Ningún estudio ha intentado examinar la influencia genética en el hábito de roncar. El objetivo del presente estudio fue examinar si existía una asociación entre el ronquido autoinformado y los antecedentes familiares de ronquido y una serie de marcadores genéticos.
Material y métodos: Los datos se obtuvieron de un estudio de cohorte de enfermedad principalmente cardiovascular de 3.387 hombres de 54 a 74 años de edad. Se incluyeron varias preguntas relacionadas con el sueño. Unos 3.308 hombres habían proporcionado información válida del cuestionario sobre los ronquidos y si tenían su propia habitación debido a los ronquidos y se consideraban elegibles para el presente estudio. Los hombres que informaron que roncaban a menudo o siempre eran considerados roncadores habituales, y los que informaron que rara vez o nunca roncaban eran considerados no fumadores. Consideramos que los roncadores habituales que informaron que tenían su propia habitación debido a los ronquidos son un grupo con una forma presumiblemente más severa de ronquidos. La información sobre otros parámetros de salud y estilo de vida se obtuvo de un cuestionario exhaustivo. Se determinaron cuatro grupos sanguíneos principales: ABO, Rhesus, MNS y Lewis, junto con el complemento C3. Se tomó una muestra de saliva para determinar el estado secretor de ABH.
Resultados: Hubo una fuerte relación entre los ronquidos habituales y los antecedentes familiares de ronquidos entre abuelos, padres, hermanos e hijos. Las odds ratio fueron de 2,4 a 4,2, y todas las asociaciones fueron significativas (p < 0,05). En el análisis multivariable, el factor que separó más fuertemente a los ronquidos habituales de los no fumadores fue el ronquido habitual autoinformado entre los miembros de la familia. Mirando solo a los roncadores habituales, los factores que más separaron a los que tenían su propia habitación debido a los ronquidos de los que no, fueron el fenotipo del grupo sanguíneo de Lewis, Le(a+b-) (29,6 vs 18,8%; p < 0,001; edad, 63,4 vs 62,1 años; p < 0,01), y los antecedentes familiares de ronquidos habituales reportados por uno mismo (35,2 vs 29,0%; p < 0,05).
Conclusión: Hubo una fuerte asociación general entre los ronquidos habituales y los antecedentes familiares de ronquidos. Entre los roncadores habituales, dos marcadores genéticos y la edad, fueron los únicos factores que separaron a los hombres que tenían su propia habitación debido a los ronquidos de los demás. Los resultados de este estudio indican que los ronquidos, en cierta medida, son hereditarios.