Rotura del cable Kirschner durante la extracción Que requiere recuperación

Resumen

Los cables Kirschner (cables K) se utilizan ampliamente para la fijación de fracturas y dislocaciones en la mano, ya que están disponibles, son confiables y rentables. Se han notificado tasas de complicaciones de hasta el 18%. Sin embargo, la rotura del cable K durante la extracción es rara. Presentamos un caso de este tipo que ilustra una técnica simple para la recuperación. Un varón de 35 años presentó una fractura de falange distal en el dedo medio derecho. Esta fractura abierta fue tratada con fijación de alambre K. En el postoperatorio, desarrolló una infección en el sitio de la aguja con inflamación de los dedos asociada. El cable K se rompió durante la extracción con la pieza proximal completamente retenida en su falange media. Para minimizar el riesgo de osteomielitis, se retiró el alambre K con una técnica quirúrgica novedosa. Tenía el retorno completo de la función de la mano. La rotura del hilo K intraoperatorio tiene una tasa reportada de 0,1%. En nuestro caso, no hubo una causa obvia de rotura y el paciente negó el trauma postoperatorio. Por otro lado, las infecciones en el sitio de la aguja son mucho más comunes con tasas reportadas de hasta 7% en la mano o la muñeca. La fijación con alambre K es un método simple para la estabilización ósea, pero puede ser un procedimiento exigente con complicaciones que a menudo se pasan por alto. Es importante ser consciente de las posibles secuelas.

1. Introducción

Los cables Kirschner (cables K) se utilizan ampliamente para la fijación de fracturas y dislocaciones en la mano, ya que están disponibles, son confiables y rentables . Se han notificado complicaciones en hasta el 18% de estos casos, que incluyen infección, aflojamiento de alfileres, pérdida de reducción y migración de alfileres . La rotura del cable K durante la extracción es rara con un caso reportado en la literatura . Presentamos un caso de un cable K roto retenido, que requirió recuperación debido a una infección. Un hombre de 35 años de edad sufrió una fractura oblicua y desplazada en su falange distal que se manejó con fijación de alambre Kirschner (alambre K). Cuatro semanas después de la operación, desarrolló una infección en el sitio del alfiler y, durante la extracción, el cable K se rompió. Este informe de caso describe una técnica novedosa ideada para recuperar el cable K retenido. Una revisión de la literatura demuestra que las complicaciones del alambre K ocurren con relativa poca frecuencia, pero es importante estar al tanto de las posibles opciones de manejo en caso de que ocurran.

2. Presentación del caso

Un empleado de oficina de 35 años atrapó su dedo medio derecho no dominante en una puerta. La radiografía mostró una fractura de eje oblicuo de falange distal desplazada(Figuras 1 (a) y 1(b)). Esta fractura abierta se trató con desbridamiento y fijación de alambre K(Figuras 1(c) y 1 (d)). Cuatro semanas después de la operación, desarrolló una infección en el sitio de un alfiler con inflamación de los dedos asociada. Esto se resolvió con antibióticos, pero el cable K se rompió durante la extracción con la pieza proximal completamente retenida en su falange media (Figura 2). Debido al riesgo de osteomielitis por la infección en el sitio de la clavija, el alambre K retenido requirió la extracción. El paciente fue al quirófano para retirar el alambre K con anestesia local (Figura 3). Como el cable retenido estaba ubicado dentro de la falange media, el acceso al canal de inserción era técnicamente difícil. Se ideó una técnica novedosa para superar esto. El acceso a la articulación interfalángica distal(Figura 3 (a)) se obtuvo dividiendo el 40% del tendón extensor en el lado cubital(Figura 3 (b)). Se hizo una incisión en la superficie dorsal de la falange media directamente hasta el cable K para permitir que se empujara distalmente. Esto último se vio facilitado por la desviación radial en la articulación interfalángica distal(Figuras 3(c) y 3 (d)). Después del lavado de la herida, el tendón extensor se reparó hasta el periostio y el otro se deslizó con nailon 5/0. Tuvo una recuperación sin incidentes; al año, la función de la articulación de INMERSIÓN era casi normal con la función de la mano normal .


(un)

(b)


(a)
(b)

Figura 2
Los rayos X que muestra retenida alambre de Kirschner en el dedo medio derecho de la falange.


(un)

(b)

(c)

(d)


(a)
(b)
(c)
d)

Figura 3
dedo medio Derecho incisión en la piel (a) con la central de la línea que marca K-alambre de posición basada en la fluoroscopia. Tendón extensor dividido en el lado cubital para acceder a la articulación interfalángica distal (b). Incisión realizada dorsalmente en la falange media hasta el cable K, lo que permite empujarla distalmente, facilitada por la desviación radial en la articulación interfalángica distal (c-d).

3. Discusión

La fijación de alambre K es común y su rigidez es efectiva, si no mejor que otras modalidades de fijación . Por lo tanto, no es sorprendente que la rotura del cable K sea rara. En una revisión prospectiva de 11.856 procedimientos ortopédicos para determinar la frecuencia de rotura del instrumento intraoperatorio, Pichler et al. se informó de rotura del cable K en solo 14 casos (0,1%) . En nuestro paciente, la causa de la rotura del cable K no es obvia. El paciente negó el trauma postoperatorio o los intentos de movilizar su articulación interfalángica distal.

Por otro lado, las infecciones en el sitio del alfiler son mucho más comunes. En una serie de 137 pacientes que requirieron fijación de alambre K en la mano o la muñeca, Botte et al. se observó infección relacionada con el hilo K en 10 pacientes (7%), incluida osteomielitis en 2 pacientes (1%) . De manera similar, Stahl y Schwartz notificaron una tasa de complicaciones con alambre K de 15% en una serie de 236 pacientes, con 13 pacientes que desarrollaron infección en el sitio de la pin (6%) y 1 caso de osteomielitis (0,4%) .

Intereses en conflicto

Los autores de este artículo confirman que no hay intereses en conflicto.

Las Contribuciones de los autores

Kai Yuen Wong y Rosalind Mole contribuyeron igualmente a este trabajo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.