Se ha demostrado que las manchas negras extrínsecas en los dientes tienen una relación con una baja incidencia de caries y están hechas de un compuesto férrico. La composición completa y por qué se forman esas manchas no se entienden completamente. Los estudios han demostrado una baja incidencia de caries en individuos que comen queso. La lactoferrina es la principal proteína de unión al hierro, componente de la leche, se mantiene casi intacta durante la fabricación del queso y tiene actividad antibacteriana contra los estreptococos mutantes que inducen caries dentales. La lactoferrina tiene una alta afinidad por el hierro y, siempre que esté presente, se unirá al hierro y lo liberará solo en valores de pH < 4. En una pequeña encuesta que hice en la práctica dental, los pacientes (los pacientes no informaron haber tomado ningún medicamento; no tenían sangrado gingival frecuente) que tenían manchas negras extrínsecas en los dientes comer > 50 g de queso al día y un buen número de ellos, además de queso, beben una taza de leche al día. El queso permanece mucho más tiempo en contacto con la superficie del diente que la leche y la lactoferrina bovina tiene cuatro cadenas de glicanos que pueden contribuir a una mejor adherencia. Las manchas negras extrínsecas están hechas de un compuesto férrico, y las personas que comen buenas cantidades de queso (donde la lactoferrina juega un papel central) muestran tener manchas negras. El hierro debe estar en cantidades suficientes en la saliva para que la lactoferrina pueda unirse y, como resultado, hacer que aparezcan las manchas negras. En la anemia por deficiencia de hierro y en la sobrecarga de hierro, la concentración de hierro presente en la saliva es mucho mayor que en individuos sin anemia. En conclusión, las manchas negras extrínsecas de los dientes pueden ser lactoferrina bovina saturada de hierro y un signo de anemia por deficiencia de hierro o sobrecarga de hierro si no se toman suplementos de hierro o los individuos no tienen sangrado gingival frecuente.