La epistemología reciente ha sido notable por un énfasis, o una variedad de énfasis, en la dimensión social del conocimiento. Esto ha proporcionado un correctivo a la cuenta fuertemente individualista del conocimiento que anteriormente dominaba. Reconoce las formas en que un individuo está profundamente en deuda con el testimonio de otros por sus dotes cognitivas, tanto con respecto a las capacidades como a la información. Pero el predominio del modelo individualista estaba conectado con una preocupación por el valor de la autonomía cognitiva. No está claro cómo el debido reconocimiento de la dimensión social puede permitir este valor. Se argumenta aquí que hay formas de interpretar la autonomía intelectual que no solo pueden hacerla coherente con estos nuevos énfasis (en particular, con el enfoque del testimonio favorecido por el autor), sino que también respetan su condición de concepto epistémico. El enfoque del autor contrasta con el desarrollo reciente de Alvin Goldman de un enfoque del conocimiento social a través de la idea de maximizar las verdades. Esto parece dejar un margen insuficiente para el carácter intelectual y la autonomía. Así, se exploran los conceptos de independencia, dominio, auto-creación intelectual e integridad intelectual con el fin de desarrollar una perspectiva sobre la autonomía cognitiva adecuada a las percepciones de la epistemología social.