The Dancing Bees es una biografía dual que explora la vida y el trabajo del fisiólogo experimental Karl von Frisch (1886-1982) en relación con su animal de investigación favorito, la abeja, en el contexto de los estudios de animales comunicación. Los hallazgos de Von Frisch de que las abejas comunican la distancia y la dirección de las fuentes de alimento por medio de sus danzas le valieron la atención internacional y un Premio Nobel compartido en Fisiología o Medicina en 1973. La noticia de que un animal tan humilde como la abeja usaría la comunicación simbólica desafió las nociones existentes de la frontera animal-humana. El lenguaje había sido considerado durante mucho tiempo una ventana a las mentes y almas humanas y era visto como una de las diferencias clave entre humanos y animales. Desde el canto de delfines y ballenas hasta la firma de chimpancés, a mediados de la década de 1960, una ráfaga de actividad interdisciplinaria rodeó la comunicación con los animales. El lenguaje de las abejas ocupó un lugar prominente en esta investigación: zoólogos, psicólogos, lingüistas, sociólogos y antropólogos lo convirtieron en la forma de comunicación animal más ampliamente estudiada y los investigadores lo consideraron en segundo lugar después del habla humana en complejidad.
Aunque el trabajo de Tania Munz se centró en estudios de comportamiento animal, partió de la comprensión de que las preguntas sobre los animales invariablemente implican preguntas sobre los seres humanos y su lugar en el mundo. La abeja, por su parte, había sido vista durante siglos como un modelo de cómo podría funcionar un sistema de gobierno social bien administrado. En el siglo XX, surgió como uno de los problemas más fascinantes y desafiantes de la comunicación y el comportamiento. El trabajo contribuyó a la erudición actual sobre la historia de las ciencias de la vida, los estudios con animales y la historia de las ciencias del lenguaje del siglo XX.