Los parámetros del problema dentro de los cuales se abordará el objetivo principal del presente artículo pueden describirse de la siguiente manera. Al tomar decisiones éticas, hay diferentes perspectivas que los profesionales de la salud pueden usar. Esto puede dar lugar a conflictos y a una cooperación insuficiente entre los miembros del equipo de salud. Dos de estas perspectivas son la ética de la justicia y la ética del cuidado. La ética de la justicia constituye una perspectiva ética en la que las decisiones éticas se toman sobre la base de principios y normas universales, y de manera imparcial y verificable con miras a garantizar el trato justo y equitativo de todas las personas. La ética del cuidado, por otra parte, constituye un enfoque ético en el que la participación, las relaciones armoniosas y las necesidades de los demás desempeñan un papel importante en la toma de decisiones éticas en cada situación ética. Para buscar alguna forma de evitar conflictos y promover un entendimiento mutuo sobre las decisiones éticas en el equipo de salud, es necesario examinar la ética de la justicia y la ética del cuidado. Para comprender la ética de la justicia y la ética del cuidado, el propósito de este artículo es comparar las dos perspectivas éticas. Se argumenta que la ética de la justicia y la ética del cuidado representan polos opuestos. Si los miembros del equipo de salud utilizaran solo una de estas dos perspectivas en su toma de decisiones éticas, es casi seguro que ciertos dilemas éticos quedarían sin resolver. Por lo tanto, en la aplicación integrada de la ética de la justicia y la ética de la atención deben mantenerse tanto el trato justo y equitativo de todas las personas (de la ética de la justicia) como el carácter holístico, contextual y centrado en las necesidades de ese trato (de la ética de la atención).