Ablación y Otra Terapia Local para el Cáncer de Riñón

Siempre que sea posible, la cirugía es el tratamiento principal para el cáncer de riñón que se puede extirpar. Pero para las personas que están demasiado enfermas para someterse a una cirugía o que no quieren someterse a una cirugía, a veces se pueden usar otros tratamientos para destruir el tumor renal. Estos enfoques generalmente se consideran para cánceres de riñón pequeños (de no más de 4 cm o 1½ pulgadas). Hay muchos menos datos sobre qué tan bien funcionan estos tratamientos a lo largo del tiempo que para la cirugía, pero podrían ser útiles para algunas personas.

Crioterapia (crioablación)

La crioterapia utiliza frío extremo para destruir el tumor. Se inserta una sonda hueca (aguja) en el tumor, ya sea a través de la piel (de forma percutánea) o durante una laparoscopia (consulte Cirugía para Cáncer de riñón). Se pasan gases muy fríos a través de la sonda, creando una bola de hielo en su punta que destruye el tumor. Para asegurarse de que el tumor se destruye sin dañar demasiado los tejidos cercanos, el médico observa cuidadosamente las imágenes del tumor durante el procedimiento (con ultrasonido, tomografía computarizada o resonancia magnética) o mide la temperatura del tejido.

El tipo de anestesia utilizado para la crioterapia depende de cómo se realice el procedimiento. Los posibles efectos secundarios incluyen sangrado y daño a los riñones u otros órganos cercanos.

Ablación por radiofrecuencia (ARF)

La ablación por radiofrecuencia utiliza ondas de radio de alta energía para calentar el tumor. Se coloca una sonda delgada en forma de aguja a través de la piel y se mueve hacia adelante hasta que el extremo esté en el tumor. La colocación de la sonda se guía por ultrasonido o tomografía computarizada. Una vez que está en su lugar, se pasa una corriente eléctrica a través de la punta de la sonda. Esto calienta el tumor y destruye las células cancerosas.

La ARF generalmente se realiza como un procedimiento ambulatorio, utilizando anestesia local (medicamento anestésico) donde se inserta la sonda. Es posible que también le administren medicamentos para ayudarlo a relajarse.

Las complicaciones mayores son poco frecuentes, pero pueden incluir sangrado y daño a los riñones u otros órganos cercanos.

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