James McKeen Cattell nació el 20 de mayo de 1860 en Easton, Pensilvania. Su padre fue presidente de Lafayette College en Easton, y su familia apoyó la educación de Cattell y su temprano deseo de viajar y trabajar en el extranjero.
Durante los ocho años siguientes a la adquisición de una licenciatura del Lafayette College en 1880, Cattell estudió en Europa en Leipzig y en Göttingen con el famoso psicólogo europeo Wilhelm Wundt. Al mudarse a Inglaterra, Cattell trabajó con Sir Francis Galton, quien le influenció fuertemente. Cattell también admiraba al psicólogo y filósofo estadounidense William James. De regreso a los Estados Unidos, Cattell trabajó en la Universidad Johns Hopkins.
De 1888 a 1891 Cattell ocupó la primera cátedra de psicología en la Universidad de Pensilvania en Filadelfia. Hizo sus mayores contribuciones personales al campo de la psicología durante 1891-1917 cuando era profesor en la Universidad de Columbia. Murió en Lancaster, Pensilvania, el 20 de enero de 1944.
Cattell tuvo un impacto fuerte y duradero en la psicología de al menos tres maneras. En primer lugar, comenzó su carrera en un momento en que la psicología y otras ciencias del comportamiento estaban aliadas con la filosofía. Cattell defendió la noción de que la psicología y otras ciencias conductuales, biológicas y sociales podían llevar a cabo investigaciones científicas rigurosas, objetivas. Su impulso se apresuró un punto de inflexión en prácticas metodológicas en estas disciplinas. Algunos dicen que Cattell probablemente hizo más que nadie de su tiempo para fomentar el desarrollo de las ciencias biológicas y del comportamiento en los Estados Unidos.
En su propio trabajo, Cattell demostró el rigor de un enfoque científico al investigar la lectura y la percepción, la psicofísica, las diferencias individuales y los tiempos de reacción de los individuos a varios estímulos. Ejemplos de hallazgos de su investigación que aún se citan hoy en día son que los ojos saltan durante la lectura, que las palabras impresas solo se perciben cuando los ojos están paralizados, que muchas palabras se pueden aprender y recordar con más facilidad y precisión que la mayoría de las letras, y que las palabras y frases se pueden leer en una pequeña fracción de segundo.
En segundo lugar, Cattell abogó por que los hallazgos científicos podrían y deberían utilizarse de manera práctica. Sus conclusiones de su estudio de la lectura, por ejemplo, junto con otras sobre el tiempo de reacción revolucionaron algunas prácticas educativas, como los métodos de enseñanza de la lectura y la ortografía. En 1921 Cattell fundó, y durante muchos años se desempeñó como presidente de, la Corporación Psicológica, el primero de muchos grupos que aplican técnicas psicológicas a la práctica. Psychological Corporation se convirtió y siguió siendo un líder en el desarrollo de pruebas para su uso en la educación y la industria.
En tercer lugar, Cattell dejó una huella en la historia a través de su servicio a organizaciones profesionales y revistas. Fue uno de los fundadores de la American Psychological Association y de varias otras sociedades científicas. Lanzó y publicó varias revistas científicas, incluyendo Psychological Review, Science, Scientific Monthly, School and Society y The American Naturalist. También preparó y publicó la primera y las siguientes ediciones de American Men of Science y Leaders in Education.