Un reemplazo total de rodilla (TKR) con inestabilidad es aquel en el que los tejidos blandos de soporte han fallado o no pueden funcionar debido al tamaño y/o la posición de los componentes. La inestabilidad después de la RTC puede llevar a la necesidad de cirugía en el 10-22% de los casos de revisión. Los pacientes pueden quejarse de síntomas de ceder, dificultad para subir escaleras y la sensación de que su rodilla puede doblarse bajo estrés. Los hallazgos físicos pueden incluir sensibilidad en los tejidos blandos en las regiones peripatelares y pes anserina, derrames articulares recurrentes y laxitud articular. La causa de la inestabilidad después de los conocimientos tradicionales debe determinarse antes de la operación, de modo que el problema pueda corregirse en el momento de la revisión.
La inestabilidad después de la TKR puede deberse al aflojamiento de los componentes, ruptura/incompetencia de los ligamentos, mala posición de los componentes, brechas de flexión/extensión no coincidentes o falta de corrección del desequilibrio de los ligamentos en el momento del procedimiento índice. Un escenario común después de un TKR de retención cruzada es el de ruptura de PCL, lo que conduce a inestabilidad en la flexión y traslación posterior excesiva de la tibia. Otros escenarios que conducen a la inestabilidad de la TKR son la alineación preoperatoria del valgo con el estiramiento del LCM, lo que resulta en la recurrencia postoperatoria de la inestabilidad medial; o la resección excesiva de los cóndilos femorales posteriores por el tamaño insuficiente del componente femoral, lo que lleva a laxitud en la flexión.
El tratamiento de la inestabilidad después del TKR generalmente requiere la revisión de componentes y el equilibrio de los huecos de flexión y extensión. La reconstrucción aislada de ligamentos no tiene éxito en el establecimiento de una articulación protésica debido a la falta de estabilidad articular inherente. En el momento de la revisión, el cirujano debe evaluar cuidadosamente el espacio de flexión; a menudo, se deben usar aumentos femorales posteriores para aumentar el tamaño del componente femoral y apretar el espacio de flexión en relación con el espacio de extensión; por esta razón, el intercambio aislado de polietileno no es exitoso para la inestabilidad de la flexión. Para la inestabilidad en el plano varo/valgo, el reequilibrio de la rodilla mediante la realización de liberaciones de ligamentos y el uso de un inserto de polietileno más estabilizador puede ser suficiente.
Los resultados de la revisión de TKR para la inestabilidad han tenido éxito en la mayoría de los casos, disminuyendo los síntomas de ceder y la dificultad para subir escaleras. Una evaluación cuidadosa de la estabilidad varo/valgo de la rodilla protésica y los espacios de flexión/extensión en el momento de la revisión TKR, junto con el uso de aumentos y articulaciones más estabilizadas, es obligatoria para lograr buenos resultados.